Gestión de la Energía – Enfriamiento Radiativo

El interés de enfriar las edificaciones, en búsqueda de condiciones de confort para el ser humano, ha encontrado en el enfriamiento radiativo un medio natural con potencial para lograr tal fin.

Aquí encontrarán un análisis muy interesante de este concepto, desarrollado por el Dr. Eduardo M. González del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Arquitectura y Diseño (IFAD) Universidad del Zulia, Venezuela.

Enfriamiento radiativo en edificaciones.pdf

¿Como prevenir posibles accidentes?

¿Cómo prevenir posibles accidentes?

Fuente: «El Comercio.com»

Seguridad industrial y salud ocupacional son dos conceptos que tienen como objetivo la protección de los trabajadores de las empresas. Es decir, la prevención, disminución o eliminación de los riesgos del trabajo y el mejoramiento del ambiente laboral.

La seguridad industrial, según técnicos como Kevin Palacios, de la fundación IPC, es la serie de actividades que se realizan para prevenir, mitigar y responder frente a riesgos laborales y de aquellos que puedan generar accidentes. Mientras que la salud ocupacional es aquella que se realiza para prevenir, proteger y promocionar la salud de los trabajadores.

Para lograr esos objetivos, rige en el país desde 1986 un Reglamento de Seguridad y Salud de los Trabajadores y Mejoramiento del Medio Ambiente de Trabajo. Sin embargo, como sostiene Palacios, la mayoría de empresas, públicas y privadas en el país (83%) incumple las obligaciones establecidas en ese reglamento. Por eso, afirma, la cultura de seguridad industrial y salud ocupacional es incipiente.

Palacios sostiene que el hecho de que una empresa, pública o privada tenga un reglamento interno de seguridad industrial y certificaciones internacionales y que hayan sido auditadas por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social no garantiza que sus trabajadores no vayan a tener accidentes o enfermedades.

Lo fundamental es poner en práctica las normas para garantizar el bienestar de los empleados, lo cual redundará en una mejor producción de las empresas.

Pero la exigencia de la seguridad industrial y salud ocupacional no solo está enfocada para los lugares de trabajo. También debe tenerse en cuenta las viviendas, entendidas como casas individuales o departamentos en condominios.

Muchos accidentes en el hogar que, a veces causan la muerte, es por desconocimiento de medidas de seguridad elementales.

Por ejemplo, para las viviendas, se recomienda instalar seguros de ventanas en las plantas altas con un dispositivo de apertura para actuar con rapidez en los casos de emergencia.

También se sugiere usar agarraderas en las duchas para evitar caídas durante el baño y no dejar a los niños que se bañen solos. La instalación de alarmas de humo en cada piso y cerca del área de dormir; apagar las velas y guardar los fósforos en cajas a prueba de incendios, son otras recomendaciones.

Para los condominios, lo importante es instalar sistemas contra incendios, detectores de humo, plantas eléctricas de emergencia, al menos dos escaleras de escape en condominios con más de cinco pisos. Además, se debe evitar que el piso esté mojado y menos aún que contenga aceite o grasa. Lea esta guía sobre las medidas de seguridad en las oficinas y en el hogar.

 

Efectos sobre la salud de los varones y mujeres que trabajan en la industria farmacéutica

Efectos sobre la salud de los varones y mujeres que trabajan en la industria farmacéutica.

Fuente: «saludyseguridad.blogspot.com»

Existen pocos informes acerca de la exposició n profesional y los efectos sobre los varones, en comparació n con la abundante biblio- grafía acerca de los efectos agudos y cró nicos de los estró genos en las mujeres como resultado de exposiciones no profesionales. Esta ú ltima bibliografía procede ante todo del uso extendido como anti- conceptivos y para otros fines mé dicos de distintos fármacos estrogénicos (pero tambié n contaminantes medioambientales con propiedades estrogé nicas, como los organoclorados) y se centra en especial en las relaciones entre dicha exposició n y diversos cá nceres humanos, como el de endometrio, cé rvix y mama en mujeres (Hoover 1980; Houghton y Ritter 1995). En la bibliografía sobre enfermedades profesionales, el síndrome hiperestrogé nico en varones y mujeres se ha asociado a exposiciones a DES y sus deri- vados, estró genos naturales o conjugados, hexoestrol y sus deri- vados y productos sinté ticos esteroideos como etinilestradiol y dienestrol. Poco despué s del inicio de la producció n comercial de estró genos comenzaron a publicarse informes sobre sus efectos, como ginecomastia (aumento anormal de las mamas en varones) y disminució n de la líbido en los varones, y trastornos menstruales
(aumento del flujo o manchado intermenstrual) en las mujeres (Scarff y Smith 1942; Fitzsimons 1944; Klavis 1953; Pagani 1953; Watrous 1947; Watrous y Olsen 1959; Pacynski y cols. 1971; Burton y Shumnes 1973; Meyer, Peteet y Harrington 1978; Katzene- llenbogen 1956; Dunn 1940; Stoppleman y van Valkenburg 1955; Goldzieher y Goldzieher 1949; Fisk 1950). Hay asimismo informes de síndrome tó xico asociado a algunos progestá genos, como la acetoxiprogesterona (Suciu y cols. 1973), y la viniloestrenolona en combinació n con etinilestradiol (Gambini, Farine y Arbosti 1976).
Se registraron en total 181 casos de hiperestrogenismo en varones y mujeres (durante el período de 1940–1978), informados por mé dicos de empresa de 10 compañías farmacé uticas (con
13 plantas) de Estados Unidos (Zaebst, Tanaka y Haring 1980). De estas 13 plantas, 9 fabricaban principalmente anticonceptivos orales con distintos estró genos y progestá genos sinté ticos, otra fabri- caba medicamentos para el tratamiento sustitutivo con estró genos a partir de estró genos naturales conjugados, y otra fabricaba productos farmacé uticos a partir de DES (en años anteriores había sintetizado tambié n DES).
Algunos investigadores del National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos realizaron un estudio piloto mé dico y de higiene industrial en 1984 con varones y mujeres que trabajaban en dos plantas (Tanaka y Zaebst 1984). Se documentaron exposiciones mensurables a dienestrol y estró – genos naturales conjugados, dentro y fuera del equipo de protec- ció n respiratoria utilizado. No obstante, no se observaron cambios estadísticamente significativos en las neurofisinas estimuladas con estró genos (NEE), las globulinas unidas a corticosteroides (GVC), la testosterona, la funció n tiroidea, los factores de coagulación sanguínea, la funció n hepá tica, la glucosa, los lípidos sanguíneos ni las hormonas gonadotró picas. Tampoco se apreciaron en la exploración médica cambios físicos adversos en varones ni en mujeres. No obstante, en la planta en la que se utilizaban dienestrol y noretindrona para fabricar comprimidos anticonceptivos orales, los niveles de etinilestradiol indicaban exposición a estrógenos y su absorció n a pesar del uso de respiradores. Las muestras de aire obtenidas dentro del respirador sugerían una protecció n en el lugar de trabajo menos efectiva de lo esperado.
Los síntomas hiperestrogé nicos en varones comunicados en estos estudios fueron, entre otros, sensibilidad de los pezones (manifestada como comezó no sensibilidad) o sensación de opresión torácica, aparte de algunos casos de hiperplasia de mamas y ginecomastia. Se comunicó asimismo disminución de la líbido o la potencia sexual. En mujeres se observaron menstruación irregular, ná useas, cefaleas, dolor de pecho, leucorrea (descargas espesas y blanquecinas de la vagina o el canal vaginal) y edema de tobillo. No se han realizado estudios de seguimiento a largo plazo de personas expuestas profesionalmente a estró genos o progestá genos.